Se produce la primera incursión vikinga en el este de Inglaterra al saquear el monasterio de Lindisfarne, en la costa. Los vikingos, que hasta este momento eran "comerciantes nórdicos", pasarán, durante los dos siglos siguientes, a ocupar las crónicas y cuentos europeos, llenando una época de terror propiciada por estos "hombres del norte" u "hombres del mar". Sus buques, llamados drakkar por tener habitualmente el mascarón de proa forma de cabeza de dragón, realizarán incursiones en todas las costas de Europa y remontarán los ríos de Francia y España, conquistarán la mayoría de Irlanda y grandes extensiones de Inglaterra, y establecerán asentamientos permanentes en Rusia y las costas del Báltico. Existen crónicas relatando sus incursiones en el Mediterráneo, en el Mar Caspio y su establecimiento en la mítica Vinland, en América del Norte. (Hace 1231 años)