En el Imperio Romano de Oriente, concluye de manera oficial la persecución a los cristianos instituida por el emperador Diocleciano, mediante la promulgación del llamado Edicto de Tolerancia de Nicomedia en el que el emperador Galerio, implacable represor e impulsor de las persecuciones, además de los emperadores Licinio y Constantino, ordenan por motivos de clemencia y oportunidad política, el cese de las persecuciones anticristianas a la vez que se reconoce existencia legal a los cristianos, la libertad para celebrar reuniones y la posibilidad de construir templos. (Hace 1713 años)