Muere colgado en el muelle de Londres (Reino Unido) el pirata William Kidd, acusado junto a su tripulación de piratería y asesinato. En 1695, y según parece con patente de corso, la corona británica encarga a Kidd apresar piratas en el Mar Rojo y el Océano Índico. Sin embargo, en 1697 y por inciativa propia, Kidd se convierte en pirata, atacando incluso al velero británico Quedagh Merchant, que iba cargado de oro y otras materias primas. A partir de ahí será denunciado y él mismo se entregará proclamando su inocencia, lo que no le servirá de nada. (Hace 323 años)