El Papa Inocencio VIII condena la brujería mediante bula papal. Con posterioridad enviará inquisidores a Alemania para juzgar a las brujas e iniciar la persecución de su jefe, exponente del Platonismo Renacentista, Giovanni Pico della Mirandola, que será juzgado y condenado por herejía, y excomulgado, por lo que huirá a Francia, donde será detenido y conducido a la cárcel de Vincennes. Más tarde en 1493, el nuevo Papa Alejandro VI lo absolverá de cualquier imputación de herejía y lo admitirá de nuevo en la Iglesia católica. Pico della Mirandola, sin embargo, no abjurará de ninguno de sus principios. (Hace 540 años)