El hastiado campesinado del norte de Francia se alza en una revuelta violenta para protestar contra una nobleza que no les protege y, sin embargo, ha incrementado considerablemente los tributos. El cabecilla es Guillaume de Cale. La revuelta será reprimida con dureza despiadada y Guillaume morirá el día 10 de junio durante la batalla de Mello. Miles de campesinos, incluidos muchos inocentes que nada tuvieron que ver con la rebelión, serán exterminados por los nobles y mercenarios como venganza. (Hace 666 años)