En el Monasterio de Montecasino, Italia, se firma la Paz de San Germano que pone fin a las guerras entre el Papa Gregorio IX y el emperador Federico II. Por medio del mismo, Federico II, que había sido excomulgado por el Pontífice, concede que el Reino de Sicilia no se incorpore a su imperio además de conceder que algunos lugares sagrados permanezcan bajo tutela papal. Este tratado no durará mucho ya que en 1239 se retomarán las antiguas rencillas y Federico II volverá a ser excomulagado por el Papa. (Hace 794 años)