Se produce la Batalla de Arausio, en las cercanías de Arausio (actual Orange, en las orillas del río Ródano, al sur de Francia) cuando Roma envía a dos ejércitos para interceptar a las tribus migratorias de cimbrios y teutones, cuyos reyes son Boiorix y Teutobod. Uno de los ejércitos romanos está dirigido por el cónsul Cneo Malio Máximo, y el otro, por el procónsul Quinto Servilio Cepio el Viejo. Entre los dos comandantes romanos existen viejas rencillas que impiden una colaboración eficaz, de lo que, sin saberlo, se aprovechan las tribus germanas que obtienen una victoria abrumadora. Se calcula que las pérdidas de las legiones romanas ascienden a una cifra entre los 100.000 y 120.000 hombres, contando tropas y personal auxiliar. Inexplicablemente los germanos en lugar de continuar su avance contra Roma, darán la vuelta penetrando en Hispania, pero antes de cuatro años, en el 101 a.C. volverán para dar un asalto definitivo contra Roma. (Hace 2129 años)