En Roma, el Cónclave elige al italiano Bartolomé Prignano, arzobispo de Bari, que toma el nombre de Urbano VI, como Papa, con lo que se comienza a gestar el Cisma. Pocos meses después, la mayoría francesa del Sacro Colegio abandonará Roma y denunciará como inválida la pasada elección papal, por haber votado los electores sin libertad, bajo el peso de la coacción del pueblo que pedía la vuelta de un papa italiano, para eludir la vuelta a un Pontificado en Aviñón, Francia. Este grupo mayoritario de cardenales designará, en septiembre de este mismo año, Papa a uno de ellos, el cardenal Roberto de Ginebra, que tomará el nombre de Clemente VII. Clemente se instalará de nuevo en Aviñón y los dos Papas electos se excomulgarán mutuamente dando lugar al Cisma de Occidente. (Hace 646 años)